Hoy, en la primera jornada del festival internacional de teatro callejero de Bat-Yam, en el paseo marítimo Ben-Gurion, los el grupo de clowns italiano “The Tony Clifton Circus”, trataron de impresionar al público: le pegaron, encapuchados, a un oso de peluche gigante hasta decapitarlo, mataron a un gatito a pilas, “mataron” a un melón israelí con un petardo, asesinaron Barbies, se dispararon ente ellos con pistolas y se mataron el uno al otro. El más gordito, parecido a John Belluchi, era el que hablaba, en italiano, y un francés, el único de la troupe, traducía al inglés, al francés, y, a veces, al hebreo. Al comienzo, la plaza del Bituaj Lemí (“piazza della segureza soziale”, como mandó el “Belluchi”), estaba llena. A los 15 minutos, la mitad de los mayores se había ido. Quedaron muchos chicos, que festejaban.
En el espectáculo aéreo (con grúa) “Angeles”, del grupo belga Tol Theatre, una señora, que había presenciado los ensayos el día anterior, nos contó el final: “entonces, las novias se abren, es maravilloso”.
Otra señora turca nos preguntó si conocíamos la palabra “teatrón”.
Bat-Yam se cotiza, y por eso nos vamos de aquí.